Siempre me han llamado la atención los ángeles, esos seres con forma de humanos pero con alas agregadas. Siempre que veo angelitos bebés en pinturas y en imágenes religiosas me les quedo viendo. También veo ángeles obscuros y me pregunto mil cosas acerca de ellos y su tristeza.
En un tiempo, cuando era adolescente, mi misión en la vida era convertirme en un Ángel y salvar al mundo, desde pequeña escribía y en una de esas, escribí un “plan para salvar al mundo”. Era complicado, pero sabía que podía lograrlo. Estaba verdaderamente convencida que algo así de grande era para lo que yo había nacido. Me preparé espiritualmente, y tenía fallas si, pero humildemente me portaba bien, hasta participaba en un coro celestial! jaja. Luego crecí y mis aspiraciones (cómo las de la mayoría de nosotros, los MORTALES) fueron cambiando: Que si terminar mi carrera, que renovar mi imagen a mujer de mundo, la mayor ilusión era tener mi propio carro, vivir independiente, ir a fiestas… uff!!!! la vida mundana te absorbe y te lleva a otras cosas. Llegué a convertirme en una persona fría, soberbia, desconfiada, celosa . Bueno, tampoco era de lo peor, pero claro que podía mejorar muuuuchos aspectos en mí.
Un día, algo pasó… algo que me llegó a abrir los ojos y darme cuenta de mi egoísmo y que estaba rodeándome de malas vibras yo misma y eso ya estaba avanzando. Hice daño a algunas personas y estaba arrepentida. Por primera vez en mi vida estaba arrepentida, y eso que mi lema era “jamás arrepentirme de cualquier cosa que haga en esta vida”. Que mal.
De hace unos días para acá estoy trabajando de nuevo en mis alas, reparándolas, ya me comenzaban a doler de lo maltratadas que las dejé al olvidarme de ellas. Alguien muy importante me ha dado una lección, pero también me ha hecho ver que para disfrutar de la felicidad real primero se debe sufrir. Es por eso que no voy a descuidar mi alma y mi espíritu, no volveré a dejar que se incline hacia el lado obscuro. Todos podemos ser ángeles humildemente, pues para los que tenemos una religión , llamémosle progresista, nuestro creador nos dio espíritu. Y los ángeles son espíritus que sirven a Dios, osea se dedican a hacer el bien.
Claro que los ángeles de allá del cielo, los meros meros tienen toda una organización (jerarquía) y son muy especiales en cada aspecto. Nosotros somos simples mortales, no hay que olvidarlo. Me gustaría volver a “soñar con los angelitos”, son más agradables que estar soñando con el trabajo y las cosas de acá. Los ángeles nos llenan de paz, nos ayudan, nos reconfortan; no dejemos de tomarlos en cuenta.
Les dejo una canción con una letra muy bonita, que nos recuerda que hay ángeles entre nosotros…
Pónganle atención a la letra! Saludos a todos y buenas vibras.
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