¡Qué tal, mi gente!
Lo bueno de tomarse un par de semanas de vacaciones—como estoy haciendo desde la semana pasada—es que uno se desconecta de ciertas situaciones, como el “relajito” que tiene(-n) algún (algunos) oportunista(s) de aprovechar la situación de los despidos en el gobierno puertorriqueño para llamar por la línea de emergencias “911” y propalar una supuesta amenaza de bomba contra mi lugar de trabajo (y ya ustedes saben que me refiero al DRNA). Y aunque uno nunca sabe cuándo se logrará el propósito de quienes acostumbran jugar ese jueguito, no deja de causar problemas más serios que los que se pretende resolver. Y lamento mucho decir esto, pero con tales amenazas no se logrará el propósito de que se derogue la infame Ley 7 de 2009; más bien lo que logrará es una mayor antipatía, de parte de aquéllos(as) a quienes se pretende reivindicar. Lamentablemente, en situaciones como ésta sale a relucir lo peor de algunos que se supone son seres humanos—y con sus acciones demuestran todo lo contrario. Pero a eso no es a lo que voy.
El caso es que este receso para descansar un poco y para asegurar que mi salud esté bien* me ha permitido observar mejor el desarrollo de los acontecimientos cuyas raíces se remontan a los tiempos de decisiones mal tomadas sobre las finanzas gubernamentales (y como yo siempre insisto en decir, los dos partidos políticos principales en Puerto Rico—el PPD y el PNP—no están para nada libres de polvo y paja en cuanto a la toma de esas decisiones), y que han venido a estallar con la implantación de la Ley 7 de 2009. Y por supuesto, es materia obligada anotar algo sobre el Paro Nacional efectuado el 15 de octubre de 2009 en la intersección de la Avenida Franklin D. Roosevelt y el acceso oeste al centro comercial Plaza Las Américas en Hato Rey.
Mapa del lugar donde se llevaron a cabo las actividades del Paro Nacional (San Juan, P.R., 15 de octubre de 2009).
Imagen aéera del lugar donde se llevaron a cabo las actividades del Paro Nacional (San Juan, P.R., 15 de octubre de 2009)
Más allá de lo que ya se ha dicho, lo cierto es que el Paro Nacional llevó a la movilización de muchos sectores, que no se limitaron a los directamente afectados por la Ley 7 (o sea, los servidores públicos víctima de los recientes despidos): maestros de educación primaria y secundaria, trabajadores de electricidad, estudiantes universitarios, músicos, teatreros y otros artistas, camioneros… todos tuvieron su razón para desahogarse en contra de las acciones gubernamentales recientes (¡y las que están por venir!), y en contra de quienes las han ejecutado hasta el momento.
Por supuesto, para estos últimos ha sido como si con ellos no fuera, y han hecho cuanta cosa se les ha ocurrido para desvalorizar cualquier logro que el Paro pudo haber obtenido, desde restarle importancia a la cantidad de gente presente (como el actual Secretario de Estado, Kenneth McClintock-Hernández, quien asegura—supuestamente, con la ayuda de la herramienta Google Earth™—que en el área donde se congregó la multitud no había ni 15000 personas, y que quien le viniera a decir que había más gente allí—por ejemplo, 100000 personas o más—posiblemente estaría “consumiendo sustancias controladas”… ¡qué pantalones!), hasta reiterar que en las decisiones ya tomadas de despedir a 16,970 servidores públicos (lo que en la entrada anterior ejemplifiqué con la descuartización del perro para referirme a la manera errónea de resolver un problema, más de eficiencia laboral que de tamaño de la nómina gubernamental) no hay vuelta atrás.
Sin embargo, el problema es que en la protesta contra este proceder gubernamental, parece que tampoco habrá vuelta atrás. Y van a seguir los actos de repudio contra esas acciones y contra quienes las implantaron, como el que hizo ese mismo día René Pérez, mejor conocido como el Residente del dúo de reggaetón Calle 13, cuando en su participación como “maestro de ceremonias” (¿como que no pega con él ese concepto tan anticuado?) de los Premios MTV 2009, dijo (entre otras cosas) que…
América Latina no está completa sin Puerto Rico y Puerto Rico no es libre. Hoy 15 de octubre los puertorriqueños marcharon contra el desempleo, porque el gobernador de Puerto Rico los dejo sin trabajo y el gobernador de Puerto Rico es un hijo de la gran p…. Yo lo puedo decir porque sé y porque tengo influencia. Hoy los puertorriqueños estamos de pie.
Residente le tira con to’ a Fortuño (Primera Hora, San Juan, P.R., 15 de octubre de 2009)
Expresiones que por más que se pudieran justificar (hasta por la madre del propio Residente), también han llevado al repudio por parte de las autoridades gubernamentales. Repudio que incluye la decisión del alcalde de San Juan, Jorge A. Santini Padilla, de cancelar un espectáculo en el que participaría Calle 13, pautado para el 31 de octubre en el Coliseo Roberto Clemente (que por cierto, lo podrán ubicar en la foto de arriba)—y eso, que el espectáculo sigue en pie mientras escribo esto y lo que se canceló fue la participación de Calle 13 en el mismo, pero por favor, que nadie diga que fue por una “represalia” del alcalde contra Calle 13 por sus expresiones contra el gobernador Fortuño, ¿OK?
(Y aprovecho para dejar claro una cosa: Personalmente, yo no creo que René “Residente” Pérez debió haber utilizado las palabras fuertes que utilizó en la ocasión, para referirse a una situación que como los proverbiales “trapos sucios”, los puertorriqueños ya estamos tratando de lavar en nuestra propia casa, en lugar de estarlos exhibiendo a la vista del mundo. Sin embargo, creo que él entendió que la plataforma a su disposición se prestaba para ello—digo, ¿qué más se puede esperar de los Premios MTV 2009?—y la utilizó libremente, como ya había advertido unos días antes que lo haría, sin que se le quedara nada por dentro. Así que ni modo… ¡lo hecho, hecho está!)
Así que de ahora en adelante seguiremos viendo a un bando y al otro haciendo sus movidas correspondientes, a ver quién prevalece en un juego de ajedrez en el que los que estamos en medio somos peones. Como decía en la entrada pasada, en esta situación de los despidos en el gobierno de Puerto Rico, lo peor aún no ha pasado (por más que el gobernador Luis G. Fortuño Bruset insista en decir lo contrario). Lo que estamos viendo en estos días, es tan sólo el comienzo de la partida.
¡Y vamos a dejarlo ahí! Cuídense mucho y pórtense bien. Bye!
* Por si se preguntan, no es que yo enfrente problemas de salud en estos días. Simplemente aproveché para hacerme un chequeo médico general—algo no me hacía en mucho tiempo… OK, llámenlo “negligencia” de mi parte, si quieren—y el mismo arrojó resultados normales en la mayoría de los indicadores habituales… salvo por uno que otro que resultó ser levemente alto, pero no tanto como para que no se pueda controlar con dieta y ejercicios (y con eso, lo digo todo; el resto, a su imaginación se lo dejo). Así que no se preocupen, que hay Luis Daniel Beltrán para rato…
LDB
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